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  DEFENSA PERSONAL FEMENINA
 
La violencia contra la mujer es la violencia ejercida contra las mujeres por su condición de mujer. Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física o psicológica y el asesinato. Produciéndose en muy diferentes ámbitos (familiar, laboral, formativo,..), adquiere especial dramatismo en el ámbito de la pareja y doméstico, en el que anualmente las mujeres son asesinadas a manos de sus parejas por decenas o cientos en los diferentes países del mundo.
Al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha padecido a lo largo de su vida un acto de violencia de género (maltrato, violación, abuso, acoso,…).  Desde diversos organismos internacionales se ha resaltado que este tipo de violencia es la primera causa de muerte o invalidez para las mujeres entre 15 y 44 años.
La violencia contra la mujer se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
 Se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.
El efecto que produce en la mujer el sentimiento de indefensión, la hace vivir muchas veces, con un miedo inconsciente que la limita a la hora de querer realizar proyectos y actividades en los que no cuentan con el apoyo total de su cónyuge o pareja.
Es importante que la mujer crea que puede defenderse y crear una serie de mecanismos de defensa que la proporcione ese sentimiento de seguridad que muchas veces la falta.
 
 
Características de la defensa personal femenina
· Este sistema esta diseñado específicamente para mujeres, según sus características físicas y psicológicas.
· Debe requerir poco esfuerzo para poder realizarlo desde una mujer joven hasta una  mayor
· Es muy importante, en primer lugar tratar de evitar la agresión, y si no fuese posible, provocaremos que sea de la forma mas favorable posible.
· No es necesario poseer mucha fuerza física, ya que las técnicas se aplicaran en sitios muy vulnerables
· Se aprende una técnica contundente y segura
· Deben ser ejercicios muy sencillos para poder recordarlos fácilmente
· El objetivo primordial de este método de defensa personal es evitar ser agredidas, no el vencer a nadie.
· La mejor protección es evitar que se produzca la agresión. Para ello debemos observar siempre nuestro entorno y tener unas precauciones mínimas que se abordaran en los protocolos de actuación diseñados para prevenir en la mayor medida posible cualquier tipo de agresión.
Es importante tener en cuenta que cualquier técnica que realicemos tiene que hacerse de forma contundente, como si pudiésemos realizar ninguna otra. Si no es así nuestro agresor multiplicara su fuerza para el siguiente ataque. Una vez efectuada una respuesta efectiva contra el agresor nuestro objetivo primordial es el de huir. Nunca debemos permanecer junto al agresor esperando ver si le hemos hecho suficiente daño o no.
Debemos correr hacia un lugar seguro y denunciar el hecho ocurrido ante la policía.
Afrontar una agresión no es fácil y el hecho de poder salir ilesa de ella es un gran éxito, pero para ello debemos de ser capaces de reaccionar a tiempo ante esa agresión y eso se consigue, primero, no dejándose llevar por el pánico y segundo habiendo adquirido una serie de pautas de actuación ante diferentes situaciones que permitan resolver la situación lo mas favorable posible.
 
Tipos de violencia:
· Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas.
Se refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc., causados con las manos o algún objeto o arma. Es la más visible, y por tanto facilita la toma de conciencia de la víctima, pero también ha supuesto que sea la más comúnmente reconocida social y jurídicamente, en relación fundamentalmente con la violencia psicológica.
· Psicológica. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones... Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo último de la violencia de género.
· Dentro de esta categoría podrían incluirse otros tipos de violencia que llevan aparejado sufrimiento psicológico para la víctima, y utilizan las coacciones, amenazas y manipulaciones para lograr sus fines.
· Se trataría de la violencia “económica”, en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales).
· También es habitual la violencia “social”, en la que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos.
· Sexual. Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión. Aunque podría incluirse dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su integridad física. Hasta no hace mucho, la legislación y los jueces no consideraban este tipo de agresiones como tales, si se producían dentro del matrimonio.
 
¿QUÉ ES UNA AGRESIÓN SEXUAL?
Se considera violencia sexual todo comportamiento de naturaleza sexual realizado sin el consentimiento válido de la otra persona. Incluye conductas como el exhibicionismo, palabras obscenas, tocamientos o violación.
Aunque afecta a ambos sexos, las mujeres son las víctimas más frecuentes y los hombres, los agresores.
Se pueden distinguir tres tipos de violencia sexual:
 
La agresión sexual
Es cualquier acto contra la libertad sexual de otra persona utilizando para ello la violencia o la intimidación. La forma más grave de agresión sexual es la violación. La violación se define como la introducción del pene por vía vaginal, anal u oral, así como la penetración digital y la introducción de objetos por las dos primeras vías.
 
 
El abuso sexual
Es un atentado contra la libertad sexual de la persona en el que no se utiliza la violencia o la intimidación pero sí el engaño, la coacción o la sorpresa. Puede incluir las caricias, las proposiciones verbales explícitas, la penetración oral, anal, vaginal y digital. Se incluirían aquí los abusos cometidos sobre personas que no pueden prestar consentimiento válido por tener limitada su capacidad volitiva o intelectiva (menores, enfermos psíquicos, o personas con discapacidades psíquicas).
 
El acoso sexual
Es la exigencia de favores de naturaleza sexual, en que el acosador aprovecha una situación de superioridad, que puede ser laboral, docente o similar. La no aceptación supone castigos y amenazas para la víctima.
Habitualmente se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de violencia atendiendo a:
· Características personales del agresor (trastorno mental, adicciones)
· Características de la víctima (masoquismo, o la propia naturaleza de la mujer, que “lo busca, le provoca, es manipuladora…”)
· Circunstancias externas (estrés laboral, problemas económicos)
· Los celos (“crimen pasional”)
· La incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc.
· Además existe la creencia generalizada de que estas víctimas y sus agresores son parejas mal avenidas (“siempre estaban peleando y discutiendo”), de bajo nivel sociocultural y económico, inmigrantes…
Es decir, diferentes a “nosotros”, por lo que “estamos a salvo”.
 
El objetivo seria crear una clase de formación permanente de 1 o 2 días a la semana, para que todas las mujeres puedan practicar y asimilar el gran abanico técnico que tiene este sistema de
Defensa Personal Femenina
Como profesionales de la defensa personal femenina, nos adaptaremos a las exigencias sociales para brindar a todas las mujeres en general un sistema de autodefensa acorde con las circunstancias.
Que sea simple de entender y de practicar, con técnicas eficaces y fácilmente recuperables.
Que existen muchas variables a las que enfrentarse en una situación real, que nos alejan de combates prolongados, que nuestra respuesta a de ser contundente y resolutiva.
Que es importante la actitud con que se hace frente a las situaciones de riesgo, aprender a positivizar el estrés será de gran ayuda.
Que la prevención de riesgos puede ayudarme a salir de más de una situación sin necesidad de enfrentamiento. Que hay elementos y objetos que me pueden servir de ayuda.
Que una mujer tiene que aprender a confiar en que es capaz de poder resolver una situación una vez esta se produzca.

 
 
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